Bulbophyllum masdevalliacum: Encontrada en Queensland, Australia, y Papua Nueva Guinea, Bulbophyllum masdevalliacum es una epífita de tamaño miniatura que crece en árboles forestales hasta 500 metros de elevación. Presenta seudobulbos ovoides, espaciados de 1 a 2″ [2.5 a 5 cm], en un rizoma ramificado y rastrero. Cada seudobulbo lleva una única hoja apical, ovada a elíptica, de color verde medio y pecíolo delgado. Florece en invierno y primavera en una inflorescencia basal de 8″ [20 cm], portando una única flor bajo las hojas.
Es una especie de crecimiento cálido que se cultiva mejor en macetas o en losas, requiere sombra parcial, riego abundante, fertilizante y buena circulación de aire
Cuidados de Bulbophyllum masdevalliacum
Luz: Bulbophyllum dentiferum requiere niveles de luz de 15000-23000 lux. La luz debe ser filtrada o difundida, evitando la exposición directa al sol. Es importante proporcionar una ventilación constante.
Temperatura: La planta es moderadamente termófila. En verano, la temperatura diurna promedio es de 29°C, nocturna de 21°C, con una diferencia diaria de 8°C. En invierno, la temperatura diurna es de 15-18°C, nocturna de 6-9°C, con una amplitud diaria de 7-9°C.
Humedad: Esta especie requiere una humedad del 80-85% la mayor parte del año. En invierno y al final de la primavera, baja al 75%.
Sustrato, medios de cultivo y trasplante: Se cultivan en macetas o canastas poco profundas con sustrato suelto y de secado rápido, como perlita o musgo de esfagno mezclado con corteza fina o media. Se requiere excelente drenaje y sustrato aireado alrededor de las raíces.
Riego: Durante el crecimiento activo, mantener el sustrato constantemente húmedo pero sin empapar. Asegurar una buena aireación alrededor de las raíces. Reducir gradualmente el riego a fines de otoño.
Fertilizante: Durante el crecimiento activo, aplicar 1/4-1/2 de la dosis de fertilizante recomendada semanalmente. Utilizar un abono equilibrado con NPK a partes iguales o un abono rico en nitrógeno en primavera-verano y rico en fósforo en otoño. Regar antes de fertilizar para evitar quemaduras de las raíces.
Periodo de descanso: En invierno, permitir que la planta se seque ligeramente antes del próximo riego, evitando que se seque por mucho tiempo. Rociar las plantas temprano en la mañana para evitar un secado excesivo. Reducir o eliminar la fertilización hasta que aparezcan nuevos crecimientos y se reinicie el riego.
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