Bulbophyllum nipondhii, fascinante orquídea nativa del sudeste asiático. Sus diminutas flores exóticas y su peculiar aroma atraen a los amantes de orquídeas.
Bulbophyllum nipondhii, una maravilla natural que prospera en Bután, el noreste superior de Tailandia y la provincia china de Yunnan. Esta orquídea epífita de pequeño tamaño presenta pseudobulbos ovoides y una única hoja elíptica en su ápice. Su floración, que se produce en otoño, exhibe una inflorescencia basal delgada y nervuda, con un corym apical que sostiene hasta 6 flores, creando un espectáculo cautivador a elevaciones de alrededor de 1300 metros. Bulbophyllum nipondhii, una obra maestra de la naturaleza que traslada la exótica biodiversidad asiática a la admiración de los aficionados a las orquídeas
Cuidados de Bulbophyllum nipondhii
Luz: Bulbophyllum nipondhii requiere niveles de luz de 15000-23000 lux. La luz debe ser filtrada o difundida, evitando la exposición directa al sol. Es importante proporcionar una ventilación constante.
Temperatura: La planta es moderadamente termófila. En verano, la temperatura diurna promedio es de 29°C, nocturna de 21°C, con una diferencia diaria de 8°C. En invierno, la temperatura diurna es de 15-18°C, nocturna de 6-9°C, con una amplitud diaria de 7-9°C.
Humedad: Esta especie requiere una humedad del 80-85% la mayor parte del año. En invierno y al final de la primavera, baja al 75%.
Sustrato, medios de cultivo y trasplante: Se cultivan en macetas o canastas poco profundas con sustrato suelto y de secado rápido, como perlita o musgo de esfagno mezclado con corteza fina o media. Se requiere excelente drenaje y sustrato aireado alrededor de las raíces.
Riego: Durante el crecimiento activo, mantener el sustrato constantemente húmedo pero sin empapar. Asegurar una buena aireación alrededor de las raíces. Reducir gradualmente el riego a fines de otoño.
Fertilizante: Durante el crecimiento activo, aplicar 1/4-1/2 de la dosis de fertilizante recomendada semanalmente. Utilizar un abono equilibrado con NPK a partes iguales o un abono rico en nitrógeno en primavera-verano y rico en fósforo en otoño. Regar antes de fertilizar para evitar quemaduras de las raíces.
Periodo de descanso: En invierno, permitir que la planta se seque ligeramente antes del próximo riego, evitando que se seque por mucho tiempo. Rociar las plantas temprano en la mañana para evitar un secado excesivo. Reducir o eliminar la fertilización hasta que aparezcan nuevos crecimientos y se reinicie el riego.
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