Bulbophyllum plumatum, una pequeña maravilla orquideológica nativa de Malasia, Sumatra y Filipinas, adorna bosques pantanosos a 1000-1500 metros. Esta miniatura epífita de crecimiento fresco exhibe pseudobulbos oblicuamente ovoides, distanciados entre 0,8 y 1,2 pulgadas, y hojas lanceoladas únicas.
Su encantadora presencia se destaca en verano, cuando despliega una delicada inflorescencia umbeliforme ascendente, delgada y terete, con 4 flores sostenidas a la altura de la hoja. Cultivada mejor en macetas con medio de rápido drenaje y sombra parcial, esta especie revela su belleza singular.
Bulbophyllum plumatum comparte similitudes con B. treschii, pero se distingue por sus sépalos arrugados y rugosos, y un labio más corto y oscuro con numerosas manchas, con ápice más cuadrado y obtuso. Además, existe una variante completamente blanca, conocida como B. jacobsonii, y una variante amarilla, B. plumatum var. flava.
Cuidados de Bulbophyllum plumatum
Luz: Bulbophyllum nipondhii requiere niveles de luz de 15000-23000 lux. La luz debe ser filtrada o difundida, evitando la exposición directa al sol. Es importante proporcionar una ventilación constante.
Temperatura: La planta es moderadamente termófila. En verano, la temperatura diurna promedio es de 29°C, nocturna de 21°C, con una diferencia diaria de 8°C. En invierno, la temperatura diurna es de 15-18°C, nocturna de 6-9°C, con una amplitud diaria de 7-9°C.
Humedad: Esta especie requiere una humedad del 80-85% la mayor parte del año. En invierno y al final de la primavera, baja al 75%.
Sustrato, medios de cultivo y trasplante: Se cultivan en macetas o canastas poco profundas con sustrato suelto y de secado rápido, como perlita o musgo de esfagno mezclado con corteza fina o media. Se requiere excelente drenaje y sustrato aireado alrededor de las raíces.
Riego: Durante el crecimiento activo, mantener el sustrato constantemente húmedo pero sin empapar. Asegurar una buena aireación alrededor de las raíces. Reducir gradualmente el riego a fines de otoño.
Fertilizante: Durante el crecimiento activo, aplicar 1/4-1/2 de la dosis de fertilizante recomendada semanalmente. Utilizar un abono equilibrado con NPK a partes iguales o un abono rico en nitrógeno en primavera-verano y rico en fósforo en otoño. Regar antes de fertilizar para evitar quemaduras de las raíces.
Periodo de descanso: En invierno, permitir que la planta se seque ligeramente antes del próximo riego, evitando que se seque por mucho tiempo. Rociar las plantas temprano en la mañana para evitar un secado excesivo. Reducir o eliminar la fertilización hasta que aparezcan nuevos crecimientos y se reinicie el riego.
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