Bulbophyllum skeatianum, una joya botánica que prospera en Malasia y Laos, se desenvuelve en bosques de colinas, anidándose en árboles atrofiados en entornos expuestos a elevaciones de 1200 a 1750 metros. Esta epífita de crecimiento fresco, de tamaño mini-miniatura, presenta pseudobulbos ovoides, de color marrón a marrón, con una distancia mínima de 0,4 pulgadas entre cada uno.
La singularidad de Bulbophyllum skeacianum se manifiesta a través de sus pseudobulbos y una sola hoja apical lineal. En el culmen del verano, despliega una llamativa inflorescencia de color púrpura oscuro, de aproximadamente 4 pulgadas de longitud, con una umbela que sostiene varias flores en un ballet floral armonioso sobre la hoja.
Este magnífico espécimen, anteriormente conocido como Bulbophyllum touranense y Cirrhopetalum touranense, se presenta como una maravilla botánica. Con sinónimos como Cirrhopetalum skeatianum y Cirrhopetalum touranense var brevifolium, esta especie exhibe la riqueza de la diversidad botánica en su hábitat montañoso, destacando por su elegancia y singularidad en el reino de las orquídeas
Cuidados de Bulbophyllum skeatianum
Luz: Bulbophyllum skeatianum requiere niveles de luz de 15000-23000 lux. La luz debe ser filtrada o difundida, evitando la exposición directa al sol. Es importante proporcionar una ventilación constante.
Temperatura: La planta es moderadamente termófila. En verano, la temperatura diurna promedio es de 29°C, nocturna de 21°C, con una diferencia diaria de 8°C. En invierno, la temperatura diurna es de 15-18°C, nocturna de 6-9°C, con una amplitud diaria de 7-9°C.
Humedad: Esta especie requiere una humedad del 80-85% la mayor parte del año. En invierno y al final de la primavera, baja al 75%.
Sustrato, medios de cultivo y trasplante: Se cultivan en macetas o canastas poco profundas con sustrato suelto y de secado rápido, como perlita o musgo de esfagno mezclado con corteza fina o media. Se requiere excelente drenaje y sustrato aireado alrededor de las raíces.
Riego: Durante el crecimiento activo, mantener el sustrato constantemente húmedo pero sin empapar. Asegurar una buena aireación alrededor de las raíces. Reducir gradualmente el riego a fines de otoño.
Fertilizante: Durante el crecimiento activo, aplicar 1/4-1/2 de la dosis de fertilizante recomendada semanalmente. Utilizar un abono equilibrado con NPK a partes iguales o un abono rico en nitrógeno en primavera-verano y rico en fósforo en otoño. Regar antes de fertilizar para evitar quemaduras de las raíces.
Periodo de descanso: En invierno, permitir que la planta se seque ligeramente antes del próximo riego, evitando que se seque por mucho tiempo. Rociar las plantas temprano en la mañana para evitar un secado excesivo. Reducir o eliminar la fertilización hasta que aparezcan nuevos crecimientos y se reinicie el riego.
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