Tillandsia Aeranthos

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Tillandsia Aeranthos es una especie muy popular, poco exigente, resistente y de extraordinaria presencia cuando está en flor. Se pueden encontrar muchas variaciones en cuanto a tamaño de la inflorescencia y al color de los pétalos. Aunque los colores habituales suelen ser blanco, purpura y azul.

Ideal para cultivar colgada formando una colonia.

Decoración no incluida.

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Tillandsia Aeranthos. Se pueden encontrar muchas variaciones en cuanto a tamaño de la inflorescencia y al color de los pétalos. Aunque los colores habituales suelen ser blanco, purpura y azul.
La tillandsia aeranthos puede crecer como ejemplar único o en un conjunto a modo de racimo, o bola, con múltiples plantas. Es una planta generalmente prolífica, ofreciendo buen número de retoños cada año después de florecer.

 

Como curiosidad, la T. aeranthos, así como la T. bergeri pueden encontrarse en las vertientes cantábrica y mediterránea, formando colonias y viviendo en el exterior todo el año. Suelen estar colgadas a la entrada de las viviendas, en alguna pérgola, o de las ramas de un árbol.

 

Floración: Suele florecer en primavera y ofrece un elegante espectáculo de colores rojos y azules (generalmente) sobre el fondo verde de las hojas.

 

Iluminación: acepta el sol directo, si bien una exposición intermedia entre sol y sombra es más adecuada.

 

Humedad y Riego: Necesidades moderadas de humedad y riego. 2 veces a la semana en invierno y 4 veces a la semana en verano. En la medida que la planta crece se hace más resistente. Prefiere exposiciones bien ventiladas.

 

Modo de cultivo: En suspensión. De esta manera se desarrolla en grandes conjuntos florales. En pocos años se formará una colonia que crece en todas las direcciones.
En las vertientes mediterránea y cantábrica puede vivir en el exterior todo el año. Acepta temperaturas frías, sobre todo cuando la planta es adulta.

CUIDADOS DE LAS TILLANDSIAS

 

Ubicación del clavel del aire

Los claveles de aire son plantas tropicales. Teniendo esto en cuenta, sabemos que necesitarán de una zona muy iluminada, aunque sin incidencia directa, ya que en su hábitat natural crece en zonas muy iluminadas pero a la sombra bajo la cubierta de otras plantas o del terreno.

Debido a su condición de epífitas, estas plantas apenas desarrollan raíces, y las pocas que producen tienen la única función de anclar la planta a su soporte: no absorben agua ni nutrientes. Gracias a esto, se trata de una planta apta tanto para interior como para exterior, y es que es muy común colgarlas de soportes decorativos sin apenas sustrato.

Ubica tu tillandsia en una zona iluminada, bien ventilada y, sobre todo, alejada de fuentes externas de calor o frío, que podrían resecarla y privarla de la humedad que necesita. No la expongas nunca a temperaturas inferiores a los 10 ºC ni superiores a los 30 ºC.

 

Cómo colgar las tillandsias

Como hemos dicho, el clavel de aire es una planta que no necesita tierra, así que sus posibilidades decorativas son enormes. Puedes buscar soportes para tillandsias de vidrio o plástico transparente que permiten ver la planta al completo desde cualquier ángulo.

A la hora de saber cómo colgar el clavel del aire, ten en cuenta lo explicado en sus necesidades de ubicación. Usa un soporte o recipiente que permita la libre circulación del aire, que es de donde coge sus nutrientes, y cuélgalo donde prefieras, protegido de la luz solar directa pero en una zona luminosa. En invierno puedes colocar la tillandsia al sol directo, mientras que en verano estará mejor cerca de una ventana soleada pero no pegada al cristal.

 

Cómo regar las tillandsias

Todas las plantas epifitas necesitan un abundante grado de humedad ambiental, ya que es de donde recogen el agua con la que se hidratan. Aprender cómo regar una planta de aire no es difícil, pero hay que tener en cuenta que no puede hacerse como con las plantas terrestres habituales.

Para mantener una humedad y un nivel de hidratación adecuado en tu clavel de aire, pulveriza agua sobre la planta de forma que humedezca sus hojas. En los meses cálidos deberías hacerlo diariamente, y en temporadas especialmente calurosas esto se vuelve vital. De hecho, si la temperatura es muy alta puedes sumergir la planta temporalmente en agua, durante apenas unos minutos, para después dejarla secar por completo y devolverla a su ubicación.

Es muy importante que no uses agua del grifo para regarla, ya que los aditivos que lleva no le harán bien a tu planta. Utiliza agua de lluvia, embotellada o de Osmosis preferentemente. Si no pudieras acceder a ninguna de estas, deja reposar el agua del grifo durante 24 horas antes de usarla, de forma que sus elementos añadidos se depositen y no acaben en tu tillandsia.

 

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Peso 0,3 kg