Mimosa pudica, conocida como “planta sensitiva”, es una fascinante especie tropical que responde al tacto cerrando sus hojas. Originaria de América Central y del Sur, es una planta perenne de rápido crecimiento, ideal para interior o exterior en climas cálidos. Prefiere luz brillante indirecta, humedad moderada y un sustrato bien drenado. Sus delicadas flores rosadas en forma de pompones la hacen aún más atractiva. Necesita riegos regulares, evitando encharcamientos. En condiciones adecuadas, se propaga fácilmente por semillas. Además de su valor ornamental, es estudiada por sus propiedades medicinales y su mecanismo de movimiento. Perfecta para quienes buscan una planta interactiva y única.
Cuidados de Mimosa pudica
Temperatura: 18-30°C (clima cálido). No tolera heladas.
Humedad: Moderada-alta. Se adapta bien a ambientes tropicales.
Iluminación: Luz brillante indirecta o sol filtrado. Puede tolerar sol directo en climas templados.
Riego: Regular, manteniendo el sustrato húmedo pero sin encharcar.
Sustrato y soporte
Sustrato: Ligero, bien drenado y rico en materia orgánica. Mezcla de turba, arena y perlita recomendada.
Ventilación: Requiere buena circulación de aire para prevenir plagas y enfermedades.
Floración
Época: Primavera y verano.
Flores: Pequeñas, en forma de pompones rosados o lilas, muy decorativas.
Cuidados adicionales
Reacciona al tacto cerrando sus hojas, lo que la hace una planta interactiva y llamativa.
Propagación fácil por semillas, que germinan en pocos días con calor y humedad.
Sensible al frío y al exceso de agua. Evitar temperaturas inferiores a 10°C.
Puede cultivarse en macetas o directamente en suelo en climas tropicales.
Curiosidades
Su mecanismo de movimiento (tigmonastia) la hace única en el mundo vegetal.
Posee propiedades medicinales en la medicina tradicional.
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